martes, 2 de abril de 2013

     Después de hacer mi parte de los quehaceres de la casa y de hablar con papa para acordar de salir a comprar pintura cuando volviese del hospital (ya que mi cuarto se había transformado en mi ultimo proyecto del verano) decidí salir a explorar la playa frente a la casa. Agarre un buzo viejo a la pasada y salí pisando la arena descalza.
     La playa estaba algo, ventosa, pero sentir las minúsculas gotitas golpeándome y el viento salado en el cuerpo era revitalizante. Recorrí la costa hasta casi dejar de ver mi casa, era solitaria y simplemente hermosa, llena de dunas bajas y a lo lejos podía ver que terminaba en una curva y una punta rocosa que planee investigar lo antes posible. Ya estaba a punto de dar vuelta cuando oí una voz llamar mi nombre, voltee y vi a Lily venir corriendo hacia mi por la arena mojada, dejando un rastro de huellas tras de si. Aunque ya la había visto me volvió a sorprender su belleza casi angelical y calibre la teoría de que el agua de este lugar debía contener algún tipo de químicos que había que los adolescentes no tuviesen un maldito punto negro.
     Se paro con una sonrisa frente a mi mientras recobraba el aliento.
    - Hola, soy yo - dijo, tenia una energía casi infantil y exudaba felicidad - te vi caminando y pensé que podía pasar un rato contigo, no hay muchas chicas de mi edad por aquí. Además quería disculparme por el comportamiento de los chicos mas temprano.
     Sinceramente siempre me había llevado mejor con los chicos que con las chicas de mi edad, pero había algo en Lily que no solo era agradable y atrayente, sino algo en sus ojos, una inocente esperanza que despertaba mis mas profundos instintos protectores.
     - Gracias, no me gusta demasiado lo de ser la chica nueva, es lindo conocer gente; aunque debo decir que no me esperaba esa reacción de tu familia hoy.
     - Lo se, ellos son... sobre protectores  no les gusta la gente nueva - me dijo mirándome con ojos grandes y angustiados -  espero no haberte causado muy mala impresión.
     - No soy tan fácil de espantar, pero convendría que les digas que no tengo rabia.
     Lily dejo escapar una risa corta - No creo que sirva de mucho, pero lo tendré en cuenta. ¿Ya estabas volviendo?
     - Si iba a ir con mi padre a hacer unas compras - le respondí mientras nos poníamos en marcha. Mientras la miraba caminar a mi lado decidí que esta chica me gustaba, que tal vez este nuevo comienzo podía dar pie a nuevos amigos, no que hubiese dejado muchos atrás.
     - Si lo vi salir anoche, ¿vives con tus padres?
     - Vivo con papa y mi hermano Julián. Mi madre murió hace dos años, cáncer - pude sentir mi voz ponerse ronca al final de la frase, siempre ocurría lo mismo cuando tocaba el tema.
     - Oh, lo siento mucho. Te entiendo - me dijo mientra jugueteaba con un mechón de pelo rubio - mis padres murieron cuando era una niña, ahora vivo con mi tío.
     - ¿Los extrañas mucho?
     - Si, pero era muy pequeña cuando murieron, en realidad no los recuerdo demasiado, pero el vacío esta ahí de todos modos
     - Te entiendo totalmente.
     Casi al mismo tiempo nos mirawmops a los ojos, no hacia falta decir nada más, era algo que solo podias entender si habias sufrido la perdida, y ahora eso era algo qeu teniamos en común, que de alguna forma nos unía. Charlamos sobre cuanquier tema el resto del camino hasta la casa, de repente vi que ella se callaba y alce los ojos, su hermano nos miraba desde la terraza de su casa con los ojos en fuego

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