sábado, 11 de mayo de 2013



     -Hablando de visitas inesperadas… - le respondí con una sonrisa.
     Dante seguía simplemente parado delante de donde Lily y yo habíamos decidido plantar nuestro pequeño campamento. No podía imaginar que era que lo había impulsado a bajar hasta aquí, pero si iba a comenzar a ser un idiota yo le iba a responder como a un idiota. Pero un segundo antes de que le soltara un comentario afilado vi por el costado del ojo que Lily se había sentado en su esterilla y miraba a su hermano con cara de enojo.
     - ¿Qué haces aquí Dante?
     - La verdad no es como que esté prohibido bajar a la playa – le respondió con una semi sonrisa socarrona en la boca – pero de hecho vine a buscarte.
     - Porque razón si es que me la puedes explicar.
     - Lily – le dijo él con voz regañona – sabes muy bien porque, no tienes que juntarte con ella por lastima, sabes que eres mejor que eso.
     En un segundo estaba de pie encarándolo – Porque supones que tu hermana  me tiene lastima, no podría ser que de hecho soy una persona agradable con la cual ella quiere pasar tiempo.
     - Lo dudo mucho gatita, no parece que tengas algo que ofrecer que pueda interesar a mi hermanita  - me respondió deslizándome una mirada de arriba abajo que me dio ganas de taparme con una frazada, pero me negué a darle el gusto de retroceder.
     Se acercó un paso más cerrando el espacio que había entre nosotros, tuve que levantar la cabeza para poder seguir mirando a esos malditos ojos verdes. Había algo en su mirada debajo de esa capa de odio, casi como un escudo o una máscara que le hacía ver más frió de lo que era; se inclinó aun más hacia mí.
     - Parpadeaste gatita, fin del juego.
     Solté un bufido mientras subía una mano para meter un mechón de pelo rebelde detrás de mi oreja y en el camino roce levemente su brazo, un pequeño choque de estática me golpeó, como cuando habría la heladera descalza. Él dio un pequeño salto para atrás y abrió esos ojos sorprendido, aunque recompuso su cara tan rápidamente que la verdad no podía estar segura. Me miraba con odio.
     - La próxima vez que quieras tocarme, solo tienes que pedírmelo, pero intenta no electrocutarme.
     - Créeme que no volverá a ocurrir, no querría meterme en medio de tú y tu enorme ego, hacen una pareja perfecta.
     - Vete Dante, vete a casa, la estoy pasando bien y no voy a volver hasta más tarde. Además Baz estuvo de acuerdo conmigo – Lily se paró a mi lado y trabó miradas con su hermano, podía verlos decirse cosas con los ojos, hubo un pequeño momento de indecisión y finalmente pareció que Dante se rendía.
      Retrocedió un par de pasos y nos hecho una última mirada – No vuelvas demasiado tarde a casa, vamos a salir a cenar con los chicos.- Le vi pasar la mirada sobre mi y sin nada mas volvió con paso apurado a su casa.
    Contuve mi aliento unos segundos más, hasta que Lily se hecho de nuevo sobre su esterilla suspirando. Hice lo mismo sobre la mía y la observe esperando a que dijese algo, pero ella tenía la vista fija en mis ojos, casi temerosa por ver cuál era mi respuesta.
     - No creo que nunca nadie antes me odiase tan rápido como tu hermano – sus ojos de cervatillo asustado se abrieron un poco más – pero no me molesta no gustarle a la gente, no al menos si tú también quieres seguir viéndome.
     Ella en dos segundos se lanzó sobre mí y me atrapó por unos cuantos segundos en un abrazo más fuerte del que la creía capaz. Cuando me soltó se veía tan sonriente como estaba cuando me saludo por primera vez.
     - No me importa lo que Dante diga sobre ti, eres genial y quiero ser tú amiga. Además Bastiaan no tiene problemas, así que somos dos contra uno.
     - Es cierto que ya habías mencionado a tu otro hermano ¿cómo es él?
     - Físicamente Dante y Bastiaan son iguales, era otro de los chicos que vistes el otro día, pero aparte de eso son muy diferentes. Bastiaan es mucho más tranquilo y simpático que Dante, es relajado y bromista, siempre me puede hacer reír; creo que es como mi mejor amigo, siempre le cuento todo. Dante siempre fue más introvertido y amenazadoramente protector. Los dos encararon la muerte de nuestros padres de una forma muy diferente, creo que eso es lo que los hace ser como son- terminó pensativa – Bastiaan me deja un poco más libre, cuando le dije que me iba a juntar contigo me dijo que la pasara bien.
     - Bien, entonces el gemelo bueno y el malo, lo capto.
     - Algo así, solo que Dante no es malo, solo le cuesta relacionarse con los demás, es desconfiado.
     Mientras ella decía esto se me venía a la mente imágenes de bestias como leones y panteras, hermosas, peligrosas y desconfiadas de todo.
     - Puedo entender eso, Julián mi hermano es igual, solo que oculta lo difícil que le es realmente abrirse a los demás pasando de chica en chica.
     - Cada uno tiene su método…
     Pronto dejamos el tema y pasamos a cosas más tontas, como mi cuarto y lo poco que quedaba del verano, Lily me contó algunas cosas sobre el liceo de este lugar y puedo explicarme donde había una librería, ya era tiempo que la investigara y viese que opciones me ofrecía. Ya cuando el sol estuvo en su punto más alto volvimos a mi casa para comer algo y poner manos a la obra en mi cuarto, le comente que lo quería pintar de azul suave, con dibujos de olas en una pared para empezar, y que luego quería ver que podía conseguir para seguir armándolo. La idea pareció gustarle a ella ya que nos pusimos a trabajar de inmediato mientras me comentaba de un par de lugares que podíamos ir a visitar juntas en busca que muebles y otras cosas, conseguimos darle una primera mano a todo el cuarto y Lily comenzó a hacer los dibujos a lápiz de las olas en la pared, que le estaban quedando fantásticos (mucho mejores de lo que a mí me hubiesen quedado) antes de que tuviese que volver a su casa para salir con su familia.
     - Y ¿quiénes son estos amigos con los que vas a salir? – le pregunte de pura curiosidad mientras me limpiaba las manos con un trapo. Ambas estábamos sentadas en el piso del balcón mirando hacia nuestro trabajo en el interior del cuarto.
     - Son los Hayes y los Clawson, nuestras familias se conocían dese antes de que todos nosotros naciera, y el padre de los Hayes y los padres de los Clawson murieron en el mismo accidente que mis padres. Todos seguimos juntándonos desde siempre, creo que ellos así lo hubiesen querido. Los chicos son geniales pero Lexi, una de las hermanas Clawson es una verdadera perra. No la soporto mucho, lo peor es que se estuvo viendo con Dante antes del verano, era odioso y desagradable.
     - Ah, entiendo, ese es el tipo de amigos que el querría que tuvieran en lugar de mí.
     - Pues sí, eso creo, no le agrada nadie que este fuera de ese círculo.
    - Que mala suerte para el entonces – le respondí con una sonrisa.
     Lily me la devolvió con diversión en sus ojos.

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