-Hablando de visitas
inesperadas… - le respondí con una sonrisa.
Dante seguía simplemente
parado delante de donde Lily y yo habíamos decidido plantar nuestro pequeño
campamento. No podía imaginar que era que lo había impulsado a bajar hasta
aquí, pero si iba a comenzar a ser un idiota yo le iba a responder como a un
idiota. Pero un segundo antes de que le soltara un comentario afilado vi por el
costado del ojo que Lily se había sentado en su esterilla y miraba a su hermano
con cara de enojo.
- ¿Qué haces aquí Dante?
- La verdad no es como que esté
prohibido bajar a la playa – le respondió con una semi sonrisa socarrona en la
boca – pero de hecho vine a buscarte.
- Porque razón si es que me
la puedes explicar.
- Lily – le dijo él con voz
regañona – sabes muy bien porque, no tienes que juntarte con ella por lastima,
sabes que eres mejor que eso.
En un segundo estaba de pie
encarándolo – Porque supones que tu hermana
me tiene lastima, no podría ser que de hecho soy una persona agradable
con la cual ella quiere pasar tiempo.
- Lo dudo mucho gatita, no
parece que tengas algo que ofrecer que pueda interesar a mi hermanita - me respondió deslizándome una mirada de
arriba abajo que me dio ganas de taparme con una frazada, pero me negué a darle
el gusto de retroceder.
Se acercó un paso más
cerrando el espacio que había entre nosotros, tuve que levantar la cabeza para
poder seguir mirando a esos malditos ojos verdes. Había algo en su mirada
debajo de esa capa de odio, casi como un escudo o una máscara que le hacía ver
más frió de lo que era; se inclinó aun más hacia mí.
- Parpadeaste gatita, fin
del juego.
Solté un bufido mientras
subía una mano para meter un mechón de pelo rebelde detrás de mi oreja y en el
camino roce levemente su brazo, un pequeño choque de estática me golpeó, como
cuando habría la heladera descalza. Él dio un pequeño salto para atrás y abrió
esos ojos sorprendido, aunque recompuso su cara tan rápidamente que la verdad
no podía estar segura. Me miraba con odio.
- La próxima vez que quieras
tocarme, solo tienes que pedírmelo, pero intenta no electrocutarme.
- Créeme que no volverá a
ocurrir, no querría meterme en medio de tú y tu enorme ego, hacen una pareja
perfecta.
- Vete Dante, vete a casa, la
estoy pasando bien y no voy a volver hasta más tarde. Además Baz estuvo de
acuerdo conmigo – Lily se paró a mi lado y trabó miradas con su hermano, podía
verlos decirse cosas con los ojos, hubo un pequeño momento de indecisión y
finalmente pareció que Dante se rendía.
Retrocedió un par de pasos
y nos hecho una última mirada – No vuelvas demasiado tarde a casa, vamos a
salir a cenar con los chicos.- Le vi pasar la mirada sobre mi y sin nada mas
volvió con paso apurado a su casa.
Contuve mi aliento unos segundos
más, hasta que Lily se hecho de nuevo sobre su esterilla suspirando. Hice lo
mismo sobre la mía y la observe esperando a que dijese algo, pero ella tenía la
vista fija en mis ojos, casi temerosa por ver cuál era mi respuesta.
- No creo que nunca nadie
antes me odiase tan rápido como tu hermano – sus ojos de cervatillo asustado se
abrieron un poco más – pero no me molesta no gustarle a la gente, no al menos
si tú también quieres seguir viéndome.
Ella en dos segundos se lanzó
sobre mí y me atrapó por unos cuantos segundos en un abrazo más fuerte del que la
creía capaz. Cuando me soltó se veía tan sonriente como estaba cuando me saludo
por primera vez.
- No me importa lo que Dante
diga sobre ti, eres genial y quiero ser tú amiga. Además Bastiaan no tiene
problemas, así que somos dos contra uno.
- Es cierto que ya habías
mencionado a tu otro hermano ¿cómo es él?
- Físicamente Dante y Bastiaan
son iguales, era otro de los chicos que vistes el otro día, pero aparte de eso
son muy diferentes. Bastiaan es mucho más tranquilo y simpático que Dante, es
relajado y bromista, siempre me puede hacer reír; creo que es como mi mejor
amigo, siempre le cuento todo. Dante siempre fue más introvertido y
amenazadoramente protector. Los dos encararon la muerte de nuestros padres de
una forma muy diferente, creo que eso es lo que los hace ser como son- terminó
pensativa – Bastiaan me deja un poco más libre, cuando le dije que me iba a
juntar contigo me dijo que la pasara bien.
- Bien, entonces el gemelo bueno y el malo, lo
capto.
- Algo así, solo que Dante no
es malo, solo le cuesta relacionarse con los demás, es desconfiado.
Mientras ella decía esto se
me venía a la mente imágenes de bestias como leones y panteras, hermosas,
peligrosas y desconfiadas de todo.
- Puedo entender eso, Julián
mi hermano es igual, solo que oculta lo difícil que le es realmente abrirse a
los demás pasando de chica en chica.
- Cada uno tiene su método…
Pronto dejamos el tema y
pasamos a cosas más tontas, como mi cuarto y lo poco que quedaba del verano,
Lily me contó algunas cosas sobre el liceo de este lugar y puedo explicarme
donde había una librería, ya era tiempo que la investigara y viese que opciones
me ofrecía. Ya cuando el sol estuvo en su punto más alto volvimos a mi casa
para comer algo y poner manos a la obra en mi cuarto, le comente que lo quería pintar
de azul suave, con dibujos de olas en una pared para empezar, y que luego quería
ver que podía conseguir para seguir armándolo. La idea pareció gustarle a ella
ya que nos pusimos a trabajar de inmediato mientras me comentaba de un par de
lugares que podíamos ir a visitar juntas en busca que muebles y otras cosas, conseguimos
darle una primera mano a todo el cuarto y Lily comenzó a hacer los dibujos a lápiz
de las olas en la pared, que le estaban quedando fantásticos (mucho mejores de
lo que a mí me hubiesen quedado) antes de que tuviese que volver a su casa para
salir con su familia.
- Y ¿quiénes son estos
amigos con los que vas a salir? – le pregunte de pura curiosidad mientras me
limpiaba las manos con un trapo. Ambas estábamos sentadas en el piso del balcón
mirando hacia nuestro trabajo en el interior del cuarto.
- Son los Hayes y los
Clawson, nuestras familias se conocían dese antes de que todos nosotros
naciera, y el padre de los Hayes y los padres de los Clawson murieron en el
mismo accidente que mis padres. Todos seguimos juntándonos desde siempre, creo que
ellos así lo hubiesen querido. Los chicos son geniales pero Lexi, una de las
hermanas Clawson es una verdadera perra. No la soporto mucho, lo peor es que se
estuvo viendo con Dante antes del verano, era odioso y desagradable.
- Ah, entiendo, ese es el tipo de amigos que
el querría que tuvieran en lugar de mí.
- Pues sí, eso creo, no le
agrada nadie que este fuera de ese círculo.
- Que mala suerte para el
entonces – le respondí con una sonrisa.
Lily me la devolvió con
diversión en sus ojos.
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